La firma ourensana Cafés Las Antillas-Campos mantiene el apellido de dos empresas con gran prestigio en la provincia de Ourense, con 100 y 75 años de historia. Traen materia prima de máxima calidad de Brasil, Colombia o la India.
En el tostadero de Cafés Las Antillas-Campos huele a tradición. No es para menos, ya que este año viven un doble aniversario. Por un lado se cumplen 100 años desde que se fundó Cafés Campos, una de las empresas del sector más antiguas de Galicia. Por su parte, Las Antillas cumple 75 años. El camino de estas dos marcas con gran tradición en la provincia de Ourense se unió en 1972, aunque no fue hasta hace unos 15 años cuando la marca funcionó de manera definitiva como una única enseña. «No fue fácil esa unión, porque los clientes de Las Antillas querían Las Antillas y los de Campos, al revés. Ambos sabían que tenían el mejor producto y que se fabricaba en el mismo tostadero, pero no había manera. Se hacía todo por duplicado y era un coste brutal. Con el tiempo, tomé la decisión de unirlas y aunque costó, la gente lo acabó aceptando de buen grado. No hemos querido eliminar ningún nombre como homenaje a los clientes de las dos marcas», explica Marco Antonio Vázquez Álvarez, director de Cafés Las Antillas-Campos.
Él forma parte de la cuarta generación del negocio. Su tío abuelo, Florencio Álvarez, fue el que abrió el tostadero de Las Antillas, de gran prestigio y calidad en el barrio de A Ponte. Con el paso de los años, esa apuesta por la calidad y por un producto natural continúa vigente. Para lograrlo, buscan los mejores cafés de diferentes continentes, como Brasil, Colombia o la India como principal surtidores de materia prima. El café llega a sus instalaciones en verde. En su tostadero de Outariz, a donde se mudaron definitivamente en el año 1995, lo preparan con su mezcla secreta. Luego lo envasan y, en un gran porcentaje, lo distribuyen. Aunque tienen clientes en zonas como León o Astorga, su principal mercado es Galicia. Ocho de cada diez cajas de café que venden lo hacen en el denominado canal Horeca, ya que es un producto que por su precio tiene difícil encaje en las grandes superficies. A la hora de elegir el producto estrella, el director de la marca duda, ya que entiende que hay un café para cada momento. «Tenemos cafés especiales gourmet, pero que no son para todos los días. Nuestro producto más demandado ahora es el café natural 100 %, que cada vez se consume más. Estamos en una plaza, como es Galicia, donde el torrefacto existe en un gran porcentaje, pero hoy en día prácticamente todas las cafeterías nuevas apuestan por el natural», explica Marco Antonio Vázquez.
¿Dónde está el secreto? «El proceso es uno de nuestros puntos fuertes. No es un secreto en el sector que el factor humano es fundamental en nuestra empresa. Tenemos el control del producto al 100 % en todas sus fases con un proceso que sigue siendo artesanal», concluye.
El escenario internacional no es el mejor para un negocio que vive, inexcusablemente, de la importación de la materia prima desde los principales productores de café, que se encuentran en lugares tan lejanos como Sudamérica o la India. Un factor fundamental a tener en cuenta es que la producción a nivel mundial de la última cosecha se resintió en un 30 %. «Eso ya es una barbaridad. A eso hay que sumar el problema del tráfico portuario», explica el director del tostadero ourensano. Esta doble combinación provocó que a finales del año pasado hubiera grandes problemas de suministro y que muchas marcas optaron por recurrir a otros mercados menos habituales. Cafés Las Antillas-Campos no lo hizo y eso tuvo un precio.
Como ejemplo, un contenedor de café antes de este escenario podía costar traerlo unos 3.000 euros y ese precio se ha disparado ahora hasta los 11.000. «Nos vimos muy apurados para no dejar a nuestros clientes tirados. Está regularizándose la situación, pero está el producto en el precio más alto de los últimos veinte años», señala Marco Antonio Vázquez.
En su caso, los principales mercados a los que recurren para elaborar su café son Brasil, Colombia y la India, donde tienen una materia prima que desde la firma ourensana califican de «excepcionales». Tampoco descuidan el mercado africano para sus elaboraciones.
«El aroma que había en casa de los abuelos no se logra con una cápsula»
R. N. P.
Marco Antonio Vázquez es, conjuntamente con su hermana Beatriz Vázquez, la cuarta generación de Cafés Las Antillas-Campos mantiene la política familiar de tradición y calidad en dos marcas que se dieron definitivamente la mano hace quince años.
—¿Por qué es Ourense tierra de tostadores de café?
—Ourense es una de las plazas de España donde mejor café se toma. En Galicia, sin duda, Ourense y Ferrol son las más apreciadas. En la provincia llegó a haber 17 tostaderos de café hace unos 40 años, porque somos una provincia fronteriza con Portugal y en tiempos de la dictadura había unos cupos y solo te dejaban traer una determinada cantidad, pero se demandaba mucha más. Ese café salía de Portugal y entraba por Ourense. Pasaban los buenos y los malos.
—¿Es mal tiempo para el sector?
—La competencia es muy dura y nosotros nos basamos en criterios de calidad, más que de mercado. Hay una frase que dijo mi padre y la hemos adoptado e iremos con ella hasta el final: antes de dar un mal producto, cerraremos la empresa, porque el nombre y su historia se lo merecen.
—¿Cómo se sobrevive a la moda de las cápsulas?
—Todos creíamos que nos iba a comer el llamado efecto George Clooney. Hubo que adaptarse, pero la gente quiere volver a los orígenes, porque estamos ya todos un poco cansados de tanto plástico y de tanta comida rápida El aroma que había en casa de los abuelos cuando se hacía café no se logra con una cápsula.
Fuente: La Voz de Galicia